El diario La Nación, de Argentina, publicó en su edición del pasado miércoles 6 de junio un editorial titulado Empresarios y corrupción.
El prestigioso diario suramericano comenta en ese editorial, la celebración del XIX Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), de Argentina, “que convocó a centenares de empresarios, profesionales y referentes de distintos sectores y credos a reflexionar sobre el tema Compromiso empresario: valores en acción, con el propósito de contribuir al fortalecimiento” de la sociedad argentina.
Argentina se encuentra actualmente empeñada en un gran esfuerzo de restauración de su sanidad económica, institucionalidad democrática y valores éticos de la sociedad y de los diversos gremios nacionales, entre ellos el de los empresarios, quebrantados por los 12 años de autoritarismo populista y corrupción sin freno del régimen de Néstor y Cristina Kirchner, al que puso fin la elección popular de noviembre del año pasado que impulsó a la silla presidencial de la nación al demócrata Mauricio Macri.
En el proceso de cambio en el cual se encuentra actualmente Argentina, el diario La Nación asegura que “la conducta que asuman los empresarios resulta clave para lograr una sociedad justa, en la que se premie el esfuerzo en lugar de desalentarlo, se fomenten la creatividad y la innovación, se estimule el crecimiento genuino sin corrupción, con una ley pareja para todos y sin ventajas para los amigos circunstanciales del poder…”
El editorial del emblemático periódico argentino recuerda que “a lo largo de la última década, en más de una ocasión, desde esta columna editorial instamos a los hombres de empresa a superar su propensión al silencio, el miedo o la complicidad ante los abusos de poder y el avance gubernamental sobre la iniciativa privada. En esos años se advirtió una desviación de la cultura empresarial asociada a la asunción de riesgos, hacia una actitud cercana a la obsecuencia, para complacer a los funcionarios políticos”.
La Nación cita las palabras de un prominente líder empresarial argentino, Adrián Werthein, presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), quien “hasta hace poco tiempo, aplaudía a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner”, pero después del cambio de gobierno hacia la democracia, ha reconocido públicamente que los empresarios “deberíamos haber sido menos permisivos. Fuimos indolentes y hasta conniventes. Terminamos yendo por un camino que trajo malos resultados”.
A propósito de ese mea culpa empresarial, el editorial de La Nación es muy franco y categórico al advertir que “las escandalosas relaciones que unieron a hombres de negocios con el Estado no se superarán con declaraciones hipócritas, sino con más institucionalidad… con un sistema institucional donde la transparencia y la eficiencia se impongan sobre los deseos de quienes quieren servirse del Estado”.
Es importante conocer una experiencia tan aleccionadora, como esta de Argentina, país del cono sur de América con el cual, aunque lejano, Nicaragua comparte la misma cultura política. Y qué bueno sería que se pudiera aprovechar esa experiencia en todo lo que fuese pertinente.